jueves, 30 de mayo de 2013

LA POSGUERRA






LA POSGUERRA ESPAÑOLA


Tras la Guerra Civil y el triunfo del general Franco, los años cuarenta fueron muy duros para los españoles. Años de aislamiento internacional, privaciones, censura, represión, miedo y silencio, mucho silencio.
La Segunda Guerra Mundial había terminado con el triunfo aliado contra el fascismo.
La pertenencia de Franco a la familia fascista europea, su posición de neutralidad ambigua durante la guerra, el envío de la “División azul” en colaboración con la Alemania nazi... todo ello no gustó a los aliados.
En 1946 se hizo pública una nota oficial de Francia, Reino Unido y EEUU condenando el franquismo y negando su legitimidad (retirada de embajadores).

La ONU expresó su negación a la entrada de España en la organización. Se decretó el bloqueo económico internacional.

Foto: Wikipedia

Franco culpó de todo a una “conspiración judeo- masónica” encabezada por Rusia. Y el aparato ideológico del régimen hizo gala de una chulería racial con expresiones despectivas del tipo de “Si ellos tienen ONU, nosotros tenemos DOS”.
La política económica de la época siguió el modelo de autarquía, basado en la intervención directa del Estado en asuntos económicos y en la autosuficiencia, un sistema sin apenas contacto con el exterior. Años muy duros de penurias y cartillas de racionamiento. Con el hambre y la escasez floreció el estraperlo, o mercado negro, del que se beneficiaron algunos desaprensivos enchufados por los vencedores.
El papel interventor del Estado se extendió a gran parte de la economía. Una economía centralizada e intervenida en la que el Estado, principal agente económico, sacó fuera de las leyes del mercado los productos agrícolas y ganaderos, fijando precios. En 1941 se creó el Instituto Nacional de Industria (INI).
Esencias patrias
Pincha en el enlace. No tiene desperdicio: rancio patriotismo
Imagen de IES Luis Vélez


LA MUJER DURANTE EL FRANQUISMO


Foto tomada de libro de arena.
La mujer durante la época franquista era un ser considerado menor de edad que pasaba de la tutela del padre a la de su esposo.

En cuanto a los derechos tanto de hombres como de mujeres, el divorcio no existía: había sido derogado por los vencedores de la Guerra Civil en toda España , tampoco había matrimonio civil. Además, esto se hacía con efecto retroactivo. Todos los matrimonios civiles de la República y todos los divorcios figuraban, sencillamente, como no existentes. Los hijos habidos en esos matrimonios dejaban de ser legítimos y se convertían, por arte de magia, en naturales o de padres desconocidos.

Una mujer no podía abrir una cuenta corriente o trabajar sin permiso del marido.
Una mujer casada no podía ausentarse del hogar, viajar sola por ejemplo, sin la autorización del marido.
Oficialmente no existían los malos tratos, porque el papel de la mujer era el de servir al marido, obedecer a todas sus órdenes y no rechistar. Ése era el mensaje que transmitía el régimen. Si un hombre daba un bofetón a su mujer no pasaba nada. Era hasta comprensible. ¡Algo habría hecho!

La dictadura del sistema franquista se transmitía así jerárquicamente de gobernantes a gobernados y del cabeza de familia a su mujer e hijos. Era una relación de mando y obediencia.
La mujer era ama de casa, madre y abnegada esposa. Su cometido principal era el cuidado de los hijos y la atención del hogar. Y este modelo contaba con el apoyo incondicional de la Iglesia católica quien, a través del púlpito y del confesionario, lo fomentaba e insistía en su idoneidad.


Se aconsejaba a la sufrida esposa que cuando llegara el marido a casa, la mujer no debía agobiarlo con problemas domésticos o de los hijos, sino atenderlo, ponerle las zapatillas, servirle algo de beber, y tras la cena… estar siempre dispuesta para que el jefe de la familia pudiera satisfacer sus deseos más íntimos. La esposa como “reposo del guerrero”.

Consejos de la Sección Femenina ( de FET de las JONS)


"Si tu marido te pide prácticas sexuales inusuales, sé obediente y no te quejes". "Si él siente la necesidad de dormir, no le presiones o estimules la intimidad". "Si sugiere la unión, accede humildemente, teniendo siempre en cuenta que su satisfacción es más importante que la de una mujer. Cuando alcance el momento culminante, un pequeño gemido por tu parte es suficiente para indicar cualquier goce que hayas podido experimentar".

Pilar Primo de Rivera, hermana de José Antonio, decía estas "lindezas" de la mujer:
"Todos los días deberíamos de dar gracias a Dios por habernos privado a la mayoría de las mujeres del don de la palabra, porque si lo tuviéramos, quién sabe si caeríamos en la vanidad de exhibirlo en las plazas".
"Las mujeres nunca descubren nada; les falta el talento creador reservado por Dios para inteligencias varoniles".
"La vida de toda mujer, a pesar de cuanto ella quiera simular -o disimular- no es más que un eterno deseo de encontrar a quien someterse".

Fuente: El País



LA CENSURA FRANQUISTA



fuente de la imagen : c alberto vaz





"De mi España qué diré que no sea con gemido"

(De una carta de Quevedo al humanista Justo Lipsio)




Durante la época franquista todos los españoles tuvimos que vivir bajo la mirada omnipotente y omnipresente de la Censura. Ésta estaba formada por un comité que lo integraban desde amas de casa a militares, pasando por funcionarios, eclesiásticos y hasta críticos de cine. La censura tenía una doble vertiente, dado el carácter nacionalcatólico del régimen, por un lado tenía una función política para evitar el desviacionismo hacia posiciones contrarias a la ideología oficial. Se controlaba todo tipo de mensaje contrario al espíritu ultraderechista del “Movimiento nacional”. La otra vertiente era la moral, donde se confundía este concepto con la ética propia del sistema, es decir: la moral católica conservadora. Aquí se vigilaban los atentados contra la familia tradicional española y se ponía especial celo en detectar, parar y neutralizar mensajes de sexo explícito o sugerido, relaciones liberales de pareja, promiscuidad, infidelidades, divorcios, métodos anticonceptivos, homosexualidad...
De esta forma, la Censura franquista hacía continuamente uso de la “tijera” para mutilar periódicos y revistas antes de su publicación, obras literarias, piezas teatrales, películas... los famosos “cortes” en las salas de cine cuando el chico se acercaba a besar a la chica y los silbidos de los espectadores protestando en la impunidad del anonimato del cine a oscuras.
Las obras teatrales fueron muy vigiladas por su potencial carácter subversivo, dado que iban dirigidas a un público muy concreto, con inquietudes culturales, preparado.
Ello entorpeció el proceso de creación de los autores que, muchas veces, preferían ejercer ellos mismos el derecho a la autocensura antes de que otros mutilasen sus obras. Otra forma de censura era limitar el número de funciones o representaciones para que tuvieran menos impacto en el público. De esta forma tuvieron problemas con la censura Buero Vallejo (aunque en 1949 consiguió estrenar Historia de una escalera sin mayores problemas, tras algún pequeño cambio), Alfonso Sastre (el más censurado), José Martín Recuerda, Lauro Olno, Carlos Muñiz... mientras que los autores del régimen o los creadores de un teatro ligero, evasivo, comercial, con pocas alusiones críticas a la realidad cotidiana, no tuvieron ningún problema, tal es el caso de José López Rubio, José María Pemán, Víctor Ruiz Iriarte o Edgar Neville.

    Fuente: Cinematical
Volviendo de nuevo al cine, recuerdo ahora el famoso caso de la película Mogambo, en el que dos amantes: Clark Gable y Grace Kelly fueron convertidos en hermanos con el fin de ocultar un adulterio, de tal manera que para librarnos de unas relaciones ilícitas en España, por obra y gracia de los censores, convirtieron la relación adúltera en algo mucho más terrible y pecaminoso: un incesto.



Una visión escolar de la posguerra española


EL FLORIDO PENSIL

de Andrés Sopeña Monsalve


Foto: fotosalbacity, en flickr

Memoria de la escuela nacionalcatólica. Espejo del viejo y rancio fascismo a la española, obsesionado por moldear conciencias y forjar patriotas.
Recuerdos de una infancia sin televisión y sin videoconsolas, tiempos de la Enciclopedia Álvarez, la radio, el cine con NODO, Franco inaugurando pantanos y las películas de “Yon Vaine” matando indios, época de los tebeos políticamente correctos de Roberto Alcázar y Pedrín (para diseñar a aquél, su autor se inspiró en José Antonio Primo de Rivera)
El Florido Pensil: humor y crítica de la escuela franquista de postguerra.
La escuela donde además de aritmética y ortografía se estudiaban las glorias patrias: el Cid, el descubrimiento de América, los Reyes Católicos, el yugo y las flechas, la Cruzada nacional ...

Hablando de los Reyes Católicos “Doña Isabel era muy blanca y muy guapa, buena y humilde como una santa, y quería a España con todo su corazón. Don Fernando era muy valiente y muy listo” (de Agustín Serrano de Haro, Yo soy español, citado en la obra)
La escuela donde se aprendía también que “Los excitantes como el café, el tabaco, el alcohol, los periódicos, la política, el cine y el lujo, minan y gastan sin cesar nuestro organismo” (De El muchacho español, de José María Salaverría, citado por el autor )
Y luego venían los ejercicios de matemáticas. Vaya problemas que ponían a los chicos en aquella escuela:
De un camino de 350 kilómetros hemos andado 60 km. Representa en forma fraccionaria el camino recorrido y el que falta por recorrer

¡Vaya caminata!
Una casa que gasta cuatro litros diarios de vino, puede optar entre comprar el vino por litros a 2,50 pesetas uno, o por barriles de 240 litros a 540 pesetas cada uno...”
¡Cuánto borrachín!
Dice el autor: “Claro que tampoco eran malas las profesiones de lechero o tabernero, ¿eh? Porque el agua de la fuente era gratis y manaba y manaba...”
Un revendedor de leche compró 6 Dl a 2,75 pesetas el litro. Le echó 12 litros de agua y la vendió a 0,25 pesetas más barata. ¿Cuánto ganó?” o
A 200 litros de vino de 2,4 pesetas le he echado 25 litros de agua ¿A cómo sale el litro de mezcla?
Sin comentarios.



LA POSGUERRA A TRAVÉS DEL CÓMIC


TODO PARACUELLOS


Un tebeo, cómic o historia gráfica para adultos
El gran Carlos Giménez es un referente importante para todos los seguidores del buen cómic (a Carlos le gusta llamarlos “tebeos”) tanto en el tema urbano, con “Los profesionales”, “Rambla arriba, rambla abajo” Carlos Giménez, de padre fallecido y madre enferma, fue internado con cinco años de edad en el Auxilio Social, dependiente de la FET y de las JONS, pasando su infancia en diferentes instalaciones, lo que dota a lo contado de mayor verosimilitud y una escalofriante impronta de vivencia personal.
Por las páginas de “Paracuellos” pasan (circulan, pululan, discurren, malviven, sufren…) niños orejones y hambrientos, de enormes ojos tristes y aterrados, seres desprotegidos y castigados, faltos de cariño, a los que la vida ha arrinconado en el desván de los olvidados, en la orilla de los perdedores. Frente a ellos, como un muro infranqueable e inmisericorde, la maldad, la autoridad despótica y abusiva por parte de los responsables del Auxilio Social que, haciendo gala de un sádico repertorio de vejaciones y malos tratos, utilizan a los chicos como blanco de sus frustraciones, represiones y miserias.


Todo Paracuellos es un recorrido por estos centros del Auxilio Social, verdaderos campos de internamiento, cárceles auténticas donde aparece la brutalidad más zafia e impune de los vencedores en la pasada guerra, donde los chicos pretenden sobrevivir aprendiendo artimañas para conseguir un poco más de pan o alguna cosa que les alivie el hambre.
Carlos Jiménez, dibujante y guionista, autodidacta siempre, aprendió a dibujar desde niño leyendo, copiando e imitando el estilo de los tebeos que llegaban a sus manos (El Cachorro de Iranzo, el Capitán Trueno de Víctor Mora y Ambrós…) Él mismo nos dice:
“Fui un niño que quiso ser dibujante de tebeos. Soy un sesentón que se ha pasado toda su vida haciéndolos. No sé hacer otra cosa y no he querido hacer otra cosa.”
De una entrevista a Carlos Jiménez

y también en la

Imagen en Aula de letras


La cultura española de postguerra


De auténtico páramo cultural se puede hablar al referirnos al panorama creativo en los años 40.
La Guerra civil española provocó una ruptura en nuestras letras: algunos autores mueren en ella, fusilados, encarcelados, arrestados o de muerte natural y otros continuarán su labor en el exilio. Una larga nómina de valiosas pérdidas para nuestras letras: Miguel de Unamuno, Valle- Inclán, Miguel Hernández, Federico García Lorca, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, etc, etc.
Muerte, exilio...y también censura y autocensura, exilio interior de muchos intelectuales, escritores que tenían que sobrevivir como fuera en aquellos años duros, violentos y deshumanizados.

Lo más difundido en un principio será la literatura de los vencedores, con José María Pemán en poesía; los poetas del grupo Escorial, vinculados a la Falange como Dionisio Ridruejo o Leopoldo Panero; algo mayor de atrevimiento en su crudo realismo tuvo el simpatizante del régimen, afin también a la Falange, Camilo José Cela con La familia de Pascual Duarte y Carmen Laforet, con su novela Nada.

Un testimonio de hoy sobre aquélla época
Un libro que derivó en película: Los girasoles ciegos

Una historia de Alberto Méndez llevada al cine por José Luis Cuerda. Cuatro historias, cuatro derrotas como dice su autor, que transcurren entre 1939 y1942, en la inmediata postguerra, historias de perdedores que sin embargo ganan la batalla moral frente a la sinrazón y al horror de la barbarie de los vencedores. La narración que da título al libro es la historia de un “topo” que debe permanecer encerrado para librarse de la muerte. Contada a tres voces: la confesión vergonzante de un reprimido fascista aspirante a sacerdote, los recuerdos de niñez del hijo del “topo”y, por último, la voz del narrador en tercera persona, ha sido llevada a la gran pantalla y maravillosamente interpretada por Maribel Verdú –ese pedazo de actriz- , Javier Cámara y Raúl Arévalo, entre otros estupendos actores.


Otra visión de la postguerra española
El corazón helado, de Almudena Grandes


"Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón"

Antonio Machado
Un recorrido por la historia española reciente desde la guerra civil hasta la actualidad.
Dos familias, opuestas ideológicamente, van a ver cómo sus vidas se cruzan en el camino en un momento dado. La novela es la historia de Julio Carrión, empresario y mujeriego, que en sus años de juventud perteneció a la “División Azul”y la de Raquel Fernández, nieta de un exiliado republicano en Francia.
La novela empieza en tiempo presente para, a partir del análisis retrospectivo, reconstruir todo un pasado que nos ayuda a entender ese presente.
No es una novela de amor, aunque también hay amores y desamores.
Es sobre todo la historia de una venganza.
También es un homenaje a la memoria histórica, a tantos y tantos personajes anónimos que sufrieron en sus carnes esa época terrible. A todos aquéllos que huyeron al país vecino, “rojos españoles, republicanos, exiliados. Echaron a los nazis de Francia, ganaron la segunda guerra mundial, y no les sirvió de nada (...) eran muchísimos, casi treinta mil y sin embargo, no salen nunca en las películas de Hollywood.”
Hay mucha amargura, mucho corazón roto y “helado”.
Todo discurre dentro de una trama minuciosa y admirablemente elaborada.
Quizá se trate de la novela más ambiciosa y mejor construida de la autora.


Web de Almudena


EL FINAL AGITADO DEL FRANQUISMO





Imagen: Wikipedia


Los últimos años de la dictadura franquista fueron extraordinariamente movidos.
Hubo una intensificación de la oposición democrática al régimen, con abundancia de protestas, huelgas y manifestaciones. También hubo un rearme de las actividades represoras, volviendo a los años más duros del franquismo.
Información y represión eran los dos pilares básicos en estos momentos para el régimen. En primer lugar hay que citar al TOP. El Tribunal de Orden Público fue un organismo judicial especial que se creó en los últimos años. Su objetivo era reprimir las actuaciones consideradas como delitos políticos. Completaban el complejo sistema de información y represión la Brigada Político Social, los servicios de inteligencia militar, la Policía Armada (los popularmente grises ) y la Guardia Civil, cuerpo que se había mostrado fiel al bando nacional durante la guerra.
Lo típico aquí eran las detenciones, los interrogatorios, las amenazas, las palizas, las torturas, las condenas y la separación del implicado de la vida pública.
Se inició la actividad terrorista de ETA, con atentados dirigidos hacia personajes del sistema. El primer atentado lo sufrió en 1968 Melitón Manzanas, jefe de la Brigada Político Social en el País Vasco, colaborador de la Gestapo durante la pasada guerra mundial, acusado por muchos de emplear la tortura en los interrogatorios.
El caso más sonado fue el asesinato de Carrero Blanco en 1973, en el atentado denominado “Operación Ogro”. Con este atentado se frustraba la posibilidad de continuidad de la dictadura.
Hubo estos años también una gran actividad del sindicato clandestino CCOO. Fue tristemente famoso el proceso 1001, en el que se juzgó a dirigentes del sindicato ante el TOP con condenas de largas penas de cárcel (los condenados fueron amnistiados tras la muerte de Franco)
1975. Franco agonizante firma penas de muerte: tres del FRAP y dos de ETA. Hubo una ola de protestas dentro y fuera de España, con condenas internacionales del régimen franquista, incluidas las peticiones de clemencia del papa Pablo VI, la del primer ministro sueco Olof Palme o la del presidente de México Luis Echevarría .Incluso se llegó a pedir la expulsión de España de la ONU. En el País Vasco se decretó una Huelga General que era seguida mayoritariamente, en muchas ciudades españolas se multiplicaban los paros y las protestas y en el mundo no cesaba el clamor contra las ejecuciones. Irregularidades, falta de garantías procesales... Los juicios sumarísimos que se hicieron a los acusados fueron denunciados por observadores que habían asistido a los mismos. Se hablaba de simulacros, de farsa siniestra, de burla a la justicia.
En su último discurso, Franco, ya enfermo, y un mes y pico antes de su fallecimiento , dijo:
"Todas las protestas habidas obedecen a una conspiración masónica-izquierdista, de la clase política, en contubernio con la subversión comunista-terrorista en lo social, que si a nosotros nos honra a ellos les envilece."
Circulaban por España diferentes hipótesis sobre cuando ocurriría la muerte del general.
Había opiniones para todos los gustos. Incluso se llegó a proponer un ejercicio de aritmética:
- Inicio de la guerra: 18 – 7 – 36
- Final de la guerra:  01 – 4 – 39
Sumamos las fechas y...
__________________________
Fecha de la muerte: 19 – 11 – 75 (Hay quien piensa que la muerte real pudo sobrevenir antes de la muerte oficial).

El 20 de noviembre, un día después de la predicción, tras una larga enfermedad, fallecía oficialmente Franco. Los allegados al general prolongaron artificialmente todo lo que pudieron la agonía del dictador por razones poco claras y para dejar todo bien controlado -"atado y bien atado"- antes de la sucesión, lo que supuso una auténtica tortura infligida paradójicamente no por sus enemigos, sino por los suyos.

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